sábado, 8 de junio de 2013

Cuatro caminos para dar feedback

Cuando se administra con eficacia, el feedback es una manera poderosa para construir conocimientos y habilidades, aumentar las habilidades, aumentar la motivación y desarrollar hábitos reflexivos de la mente en estudiantes y empleados. Demasiado a menudo, sin embargo, el feedback que nos dan (y recibimos) es ineficaz o incluso contraproducente. A continuación, cuatro maneras de ofrecer feedback que realmente hacen la diferencia, derivadas de la investigación en Psicología y ciencia cognitiva:


1. Proporcionar información sobre lo que está haciendo el estudiante, en lugar de simplemente elogiar o críticar. 
En "El poder del Feedback," un artículo publicado en Review of Educational Research en 2007, los autores John Hattie y Helen Timperley señalan que la información específica acerca de cómo el estudiante está realizando una tarea es mucho más útil que la mera alabanza o, sobre todo, la crítica. En particular, la investigación realizada por Hattie, Timperley, y otros, ha descubierto que el feedback es más eficaz cuando proporciona información exacta sobre lo que está haciendo bien el estudiante, y en lo que él o ella está haciendo de forma diferente (y más con éxito) que en anteriores intentos. "

(Más: Secrets of the Most Successful College Students)


2. Ten cuidado en cómo ofreces el feedback.  

El eminente psicólogo Edward Deci ha identificado varias condiciones bajo las cuales el feedback puede reducir realmente la motivación de los alumnos. Cuando los estudiantes sienten que su desempeño es monitoreado muy de cerca, por ejemplo, podrían desconectar del aprendizaje por sentimientos de nerviosismo o timidez. Para contrarrestar esta impresión, el propósito de la observación o supervisión debe explicarse totalmente y obtener el consentimiento de los alumnos. Mejor aún, los alumnos deberán estar involucrados en la recolección y análisis de datos sobre su propio desempeño, reduciendo la necesidad de una supervisión por otros. 

Un segundo riesgo identificado por Deci es que los estudiantes interpretarán el feedback como un intento de controlarlos -por ejemplo, cuando el feedback es expresado como "Así es como deberías hacerlo". Capacitar a los estudiantes en lugar de controlarlos dándoles acceso a la información sobre su propio desempeño y enseñándoles cómo usarlo.

Según Deci, una tercera condición para el feedback, que puede reducir la participación de los alumnos es una sensación incómoda de competencia. Para evitar esto, haz hincapié en que estás compartiendo información con los estudiantes o trabajadores no para enfrentarse a los demás, sino para competir contra sus propias marcas personales.
(Más: How to Use Technology to Make You Smarter)


3. Orienta el feedback alrededor de objetivos. 

Información sobre el desempeño significa poco si no se entiende en relación con un objetivo final. Hattie y Timperley han formulado tres preguntas que el feedback puede ayudar a responder: "¿A dónde voy?" (Lo que significa: ¿Cuál es mi objetivo?) "¿Cómo voy?" (Lo que significa: ¿qué progreso estoy realizando hacia mi meta?) Por último, "¿A dónde después?" (Lo que significa: ¿Qué medidas deben tomarse para progresar aún más?) El Feedback es más eficaz, tal como han encontrado las investigaciones, cuando dirige directamente al alumno hacia una meta, y no hacia aspectos menos pertinentes de rendimiento. (Si no es relevante para alcanzar la meta, mejor no expresarlo.) 

Una vez que una meta ha sido claramente especificada, el feedback puede ayudar a los alumnos ver el progreso que están haciendo hacia ese objetivo. Encuentra formas de ayudar a los alumnos a representar este progreso visualmente, en una tabla o una gráfica que actualicen regularmente.


4. Utiliza el feedback para desarrollar habilidades metacognitivas. 

El beneficio más profundo y duradero de compartir información con estudiantes y empleados es el desarrollo de su conciencia de su propio aprendizaje. Tener acceso a información sobre su desempeño crea oportunidades para los estudiantes de reconocer cuando han cometido errores e identificar qué hacer para arreglarlos. También ayuda a controlar su propia motivación y compromiso y a tomar medidas cuando sienten que estos flaquean. Pueden aprender a identificar cuándo trabajar más duro, cuándo intentar un enfoque diferente y cuándo buscar ayuda de otros. El objetivo final del feedback, en otras palabras, debe ser el enseñar a los alumnos cómo darse feedback a sí mismos.

Fuente: http://www.dailygood.org/more.php?n=5559

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