Nuestra mente subconsciente, o inconsciente,
juega un papel fundamental en nuestras vidas. Se trata de esa parte de nuestra
mente que controla todos esos comportamientos que se desarrollan fuera del
ámbito de nuestra consciencia y, en ocasiones, ajenos a nuestra voluntad.
Nuestro subconsciente es el responsable de todos nuestros hábitos,
esos patrones de comportamiento que ejecutamos de forma repetitiva sin pensar
siquiera en ellos. Entre estos cabe destacar todas las funciones biológicas que
nos permiten mantenernos con vida. Respirar, parpadear, masticar, realizar la
digestión, bombear sangre por todo el cuerpo, enviar oxígeno a todas las
células, absorber los nutrientes de los alimentos, deshacernos de las toxinas, etc.,
son algunas de esas funciones.
Nuestra mente subconsciente realiza miles de tareas simultáneamente,
mientras que nuestra mente consciente únicamente puede hacer entre una y tres.
Esto es debido a la enorme diferencia energética en la que ambos funcionan.
Nuestra mente consciente funciona a 40 ciclos por segundo, mientras que el
subconsciente lo hace a 20.000.000 ciclos por segundo. Esta diferencia tan
abismal confiere a ambos características y capacidades totalmente
diferenciadas, aunque complementarias.
Los estudios demuestran que nuestro subconsciente, totalmente
reactivo, es el responsable de más del 95% de todas nuestras acciones y
decisiones, respondiendo siempre del mismo modo ante los estímulos que recibe,
en base a la programación que tiene grabada. Y posteriormente esas decisiones
tomadas a nivel subconsciente llegan a nuestro cerebro, y son procesadas por
nuestra mente consciente.
La información que utiliza nuestro subconsciente para tomar sus
decisiones se va generando a lo largo de nuestras vidas, y se compone de
creencias y bloqueos emocionales, que se almacenan en nuestras células como
frecuencias energéticas.
En cierto modo somos como robots, reaccionamos en base a una
programación preestablecida, y siempre será así. Eso no significa que sea malo,
al contrario, es totalmente positivo si sabemos aprovecharlo, ya que sus
capacidades son enormes.
Nuestro subconsciente puede y debe ser nuestro mejor aliado. Está en
nuestras manos lograrlo. Tan solo debemos acceder a él y alinear nuestras
creencias con la persona que deseamos ser. Y eso, afortunadamente, es fácil.
Ricardo Eiriz
Gracias por tan gran información
ResponderEliminar