miércoles, 1 de enero de 2014

The Calm Approach

Por Leo Babauta

Ayer recibí una camioneta de mi servicio CarShare para llevar a la familia a casa de un amigo. Conduje por una calle concurrida con una sonrisa en mi cara, y una sensación de paz en mi cuerpo.

Ahora, esto no es una cosa normal para mí. Toda mi vida, la conducción ha sido algo estresante, donde me pongo tenso y ansioso con las personas que conducen mal a mi alrededor, siendo desconsiderados, siendo demasiado agresivos o conduciendo demasiado lentos en el carril rápido.

Es frustrante y puede hacerte enfadar.

Pero mientras conducía ayer, tomé un enfoque diferente. Solté mi enfoque anterior, y no sentía que iba con prisa hacia cualquier lugar. Dejé que la gente condujera como quería, y simplemente me dejé fluir con el tráfico.

Este puede ser un enfoque para toda la vida.

Cuando estamos ansiosos, es porque queremos estar en algún lugar en un momento determinado (si estamos conduciendo), o queremos que algo suceda de la manera que queremos que suceda (en el resto de la vida). Pero este plazo, este objetivo, esta necesidad ... es totalmente creado por nosotros mismos.

Creamos la necesidad de estar en algún lugar en un momento determinado. Creamos la necesidad de que las cosas salgan como queremos que se lleven a cabo. Creamos el deseo de otras personas a actuar (o conducir) de la manera que queremos que actúen o conduzcan.

Creamos nuestra propia ansiedad. Y por tanto tenemos las claves para resolver nuestros propios problemas.

Deja de lado el deseo de ir con prisa hacia alguna parte. Deja ir el querer que las cosas resulten exactamente como deseas que se lleven a cabo. Olvídate de querer que la gente actúe de cierta manera.

Y luego afloja tu cuerpo, afloja el endurecimiento de tu mente, y fluye. Deja que las cosas sucedan, y haz tu camino a través de este flujo de vida, el flujo de lo que otros están haciendo.

Todavía puedes conservar tus valores y principios durante este flujo - no es un abandono de todas tus creencias. Puedes ser amable, compasivo, apasionado, cuidadoso de tu familia y tu salud, y todas esas otras cosas buenas... mientras dejas que las cosas fluyan, fluyendo con ellas.

Se el centro de la calma en el furioso flujo de la vida.

Se consciente cuando te estás endureciendo. Reconoce la opresión derivada de tu deseo de que las cosas sean de cierta manera. Relaja este deseo y se feliz con cómo son las cosas. Y entonces fluye.

La vida se convierte en un camino tranquilo y hermoso que puedes disfrutar con cada paso.

Fuente: http://zenhabits.net/breezy/

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